INTRODUCCIÓN
Partiendo desde
el significado del maestro, el cual es una “figura que cumple como objetivo
principal guiar a los niños y formarlos con valores fundamentales para la vida
en una sociedad” (Delors, J.,1996:164). Cabe resaltar que el maestro de
educación infantil es un formador, quien enseña para toda la vida, puesto que
crea unas bases y es fundamental en el desarrollo de la vida humana. Teniendo
en cuenta que debe tener unos saberes, para asumir los retos retos de las
actuales realidades de las infancias.
Concepción del Maestro de Educación Infantil (enseñar,
formar y evaluar)
El maestro de educación infantil, se
concibe como una persona con vocación y pasión por el rol que está desempeñando
en la sociedad. Para esto, el maestro debe pasar por un proceso de formación en
donde primero se concibe como persona; ya que aprende a conocerse así mismo
desde los periodos de vida, cuyo hecho hace que conozca sus cualidades;
responsable, autónoma, dedicada, apasionada, flexible, entre otras. Asimismo,
el rol del maestro de educación infantil, debe ser como el de un acompañante en el proceso de aprendizaje- enseñanza del niño,
eliminando así la concepción de transmisor, ya que los contextos de
hoy en día los requieren así. Lo que significa que el maestro tiene que
hacer un seguimiento constante a la formación de sus estudiantes, lo que es
necesario para su desarrollo integral e intelectual.
A lo que se incluye; el maestro se
concibe teniendo en cuenta que para responder a las necesidades de las futuras
generaciones, se hace necesario conocer unas competencias, las cuales son las
habilidades y destrezas. También, unos saberes, los cuales son conocimientos
que se tienen para la solución de situaciones presentadas; en donde según los
Lineamientos de Calidad del Ministerio de Educación Nacional, dichos factores
son fundamentales para el aprendizaje y la enseñanza.
En este orden de ideas, las competencias
vienen siendo desde el enseñar, formar y evaluar. Y los saberes complementos de
estas. En donde el enseñar no es más que aplicar las disciplinas que se deben
fortalecer en los estudiantes; teniendo como bases unos saberes: saber usar los
medios tecnológicos y de comunicación, saber ser dinámico, creativo, autónomo,
investigador, comunicativo, saber qué es lo que se va a enseñar, saber tener dominio
y apropiarse de las disciplinas para el contexto, saber hacer actividades para
desarrollar las capacidades del niño, y saber usar la didáctica como mediación.
Igualmente, debe saber formular proyectos, mediante lo cuales generen
estrategias de innovación para el desarrollo del aprendizaje. Debe saber
promover el trabajo en equipo y autónomo para despertar la curiosidad por el
conocimiento.
En el caso del formar; se tiene en cuenta que es desde el ser integral del niño, reconociendo que cada quien tiene una necesidad dependiendo su realidad, en lo que se debe saber: saber ser acompañante y crear curiosidad en el niño de conocer los valores, actitudes necesarias para la convivencia en la sociedad. Debe saber escuchar a los niños para entenderlos y ayudarlos a entenderse a sí mismos, para crearles confianza de lo que son como personas. Debe saber organizar y gestionar el aumento del aprendizaje, siendo flexible a la hora de hacer actividades actitudinales. Llevando a una formación integral e intelectual.
Y desde el evaluar; se debe hacer de forma
continua y a la vez formativa. Lo que significa que el maestro debe saber
evaluar las actitudes académicas y disciplinarias de cada estudiante, para ver
las falencias y problemáticas que tienen para poder dar solución a esto, y así
incentivar a una superación personal que permita llegar a ser personas
reflexivas y criticas.
Posteriormente, para llegar a una
concepción más profunda del maestro de educación infantil, se tuvieron en
cuenta tres miradas distintas por medio de entrevistas que se le realizaron a
docentes especializados en infancias. Lo que llevó la articulación de los
puntos de vista a una idea general frente a la temática. En donde el maestro se
ve como una persona comprometida, útil, transformadora, orientadora en el
proceso de aprendizaje de los niños, sembradora de semillas, que utiliza herramientas pedagógicas y
tecnológicas de enseñanza, responsable y capacitada. De igual forma, el maestro
debe ser competente frente a las disciplinas, también en la creatividad y
dinámica de las clases, con autoridad y liderazgo. Debe tener la capacidad de
comunicarse con los estudiantes, utilizando las herramientas tecnológicas. Asimismo,
unos saberes, que parten desde la formación académica e integral de los niños usando
estrategias didácticas para su aprendizaje.
Debido a lo anteriormente citado, para
asumir el rol del maestro de educación infantil se generan unos retos, los
cuales son: conocer el contexto de enseñanza-aprendizaje,
incentivar a la lectura y comprensión de textos, generar de manera
positiva una respuesta a las problemáticas que se presenten a la hora de enseñar a comprender su
alrededor y sus realidades, promoviendo el trabajo en equipo e individual. Además, debe estar
actualizado tecnológicamente e innovar las
estrategias de enseñanza que comprenden los distintos puntos de vista. De igual forma, enseñar a
conocer la identidad personal de cada niño; por medio del autoestima y
autoconcepto, a través de la investigación critica del contexto. Teniendo en
cuenta que para asumir estos retos, es fundamental conocer las realidades
actuales de las infancias que se generan a través de factores socio- económicos,
como: las víctimas del conflicto armado,
la violencia intrafamiliar; física y psicológica, abuso y violación hacia los
niños, la separación de los padres y abandono de los infantes, la
discriminación por diversidad; razas, culturas, creencias, la orientación sexual
de los padres. Cada una de estas problemáticas se evidencian en las zonas
urbanas y rurales.
Para
finalizar, se concluyó que un maestro de educación infantil se concibe como una
persona creativa, innovadora, responsable, autónoma, flexible que debe ser competente
desde el enseñar, formar y evaluar, para responder a las realidades actuales de
las infancias.
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